Mourinho, el entrenador ideal para el Franco Madrid

http://www.as.com/opinion/articulo/mou-the-man/dasopi/20100520dasdaiopi_13/Tes

Confieso que me he equivocado con John Carlin. Es el autor del libro sobre Mandela que ha dado origen a la película "Invictus", de Clint Eastwood y Norman Freeman, pero no ha pasado mi prueba del algodón: dime a quien admiras y te diré quién eres.

Resulta que John Carlin admira a Mourinho.

Y Mourinho es un trampas, un ser más falso que Judas y, además, una mala persona.

Pero, en última instancia, Carlin y yo estamos de acuerdo: si hay un entrenador en el mundo digno de dirigir al Franco Madrid, ése es Mourinho.

Para mí, los valores esenciales, determinantes, sin los cuales nada tiene en realidad valor son la verdad y la justicia,  porque soy hombre de izquierdas.

Si no amas la verdad por encima de todo, no amas la vida, sino, en todo caso, un vulgar sucedáneo, la apariencia. Ya sé que esto puede satisfacer a la inmensa mayoría pero allá ellos.

Si no eres justo, eres una puñetera mierda como persona porque, en realidad, no eres más que un ladrón, un amigo de lo ajeno que le roba a la pobre gente lo poco que tiene, su dignidad y su ilusión.

Es lo que más me saca de quicio de esta falsa izquierda que padecemos, que dice que lucha contra la derecha pero utiliza las mismas armas que ésta: la mentira y la injusticia.

En realidad, incluso buscan los mismos objetivos, la consecución de poder, si se separan es porque la vida, la puñetera vida los ha dividido, los ha separado circunstancialmente, pero si se cierran los ojos y se pone atento el oído, lo que dicen una y otra, la izquierda, la falsa izquierda y la derecha, esa derecha vergonzante que padecemos, es lo mismo: no se trata, en uno u otro caso, sino de hacerse con una parcela del poder para utilizarla en el propio beneficio.

Pero, por favor, volvamos al tema. Carlin es un periodista independiente, uno de esos que se pretenden grandes del periodismo de tal manera que no se someten a trabajar por un sueldo en una empresa fija, en un periódico determinado. Una cosa así como ha devenido en ser nuestro querido Carlos Carnicero. 

Bien, pues Carlin ha escrito en As, ese artículo cuyo enlace insertamos aquí, en el que afirma que Mourinho es el hombre para entrenar al Franco Madrid. Estamos totalmente de acuerdo, pero por las razones esencialmente contrarias a las que sostiene Carlin.

Mourinho es uno de los peores entrenadores del mundo. Pero tiene éxito, quiero decir que sus equipos obtienen buenos resultados porque, para ello, él es capaz de hacer todo lo que sea para conseguirlo: 

1) trampear, haciendo lo necesario para que su partido decisivo contra el Barça en San Siro sea arbitrado por un compatriota suyo que no sólo es su amigo, sino también su socio en un restaurante en Portugal, amigo también de Figo, otro portugués que Mourinho no tuvo reparo en que se sentara en el banquillo en aquel partido que entre todos los portugueses, árbitro, entrenador y delegado, le robaron al equipo catalán de mala manera; OJO: ¿quién designó a un árbitro portugués para dirigir un partido en el que uno de los 2 bandos era portugués hasta las cachas? Sí, señor, lo han adivinado, ni más ni menos que Villar, el Vicepresidente de la Fifa, encargado específicamente de designar los árbitros para cada partido, y ¿de qué se trataba, de evitar que el Barça ganara su 2ª copa de Europa seguida en el Bernabeu?, ah, coño, no había caído, o sea que, tal como dicen Relaño Goebbels y adláteres: Villarato, coño, Villarato;

2) es un decidido partidario de la guerra sucia sicológica: hará todo lo necesario y más para desestabilizar al adversario: insultará, despreciará al contrario, hará todo lo que pueda hacerse fuera de los estadios para que el adversario acuda a éstos, si es posible, derrotado de antemano, exactamente igual que, como hemos visto, hace el Franco Madrid, que monta campañas vergonzantes de prensa como el Villarato para intentar convencer a todo un país de que el Barça manda en la Ferderación Española de Fútbol, copada hasta en los más modestos cargos del organigrama por ex jugadores y ex entrenadores del Franco Madrid que saben que su vida personal futura depende de lo que en su actual empleo hagan para favorecer a este equipo, pero, sobre todo realizando sobre el ánimo de todos los árbitros que vayan a pitar al equipo madrileño o a su rival una presión irresistible a fin de que hagan lo imposible por favorecer a uno y perjudicar al otro;

3) carece de vergüenza deportiva: si para ganar tiene que jugar al antifutbol, lo hace sin reparo alguno y mete no el autobús sino el airbus, como el mismo ha dicho, delante de su portería, aburriendo a los espectadores y avergonzando a todo buen aficionado a este deporte;

4) yo no sé por qué Carlin dice que es un buen entrenador: todo lo que le hemos visto a este hombre es poseer a los mejores jugadores del mundo, comprados a peso de oro por un jodido estraperlista ruso, y poner en práctica la táctica más vieja del mundo, el catenaccio, inventada por los italianos y seguida por algunos de los peores entrenadores del mundo, como el ínclito Javier Clemente, tan denostado por esos maravillosos periodistas francomadridistas, pero que, ahora, cuando el portugués fiche por el Franco Madrid no sólo será lícita sino la mejor;

5) como verán, los valores de este tipo, esencialmente despreciable, son precisamente los que constituyen la norma de conducta del equipo de la capital de España, de tal modo que serán tal para cual y el Ser Superior, a lo peor, consigue así lo que le obsesiona, ganarle algún partido y algún torneo a su odiado rival.