sábado, 22 de mayo de 2010

Sigo a vueltas con la traición de los intelectuales respecto al fútbol

#218 Comentario por eutiquio1.-22/05/2010 @ 09:26

La historiadora demuestra el rigor con que trabaja diciendo:
#190 Comentario por Patricia G21/05/2010 @ 23:01
un tema que preocupa más que ningún otro a la inmensa mayoría del país no se pueda siquiera tocar en este blog..
Mientras sea el fútbol el tema que más interesa, en vez de la lucha social, nos irá como hasta ahora…
—————————-

En el mismo sentido abunda 1 que pasaba porque se empeñan o quieren hacer ver que no entienden que yo no hablo de fútbol sino de esa parte de la política general que, en su intento de despistar a las masas de los auténticos problemas que sufre, sigue la directrices neronianas del panem et circenses y los entretiene y anestesia con el opio del pueblo que, hoy, es el futbol principalmente, para los hombres y la Pantoja y ésa otra cuyo nombre no recuerdo en este momento, para las mujeres.

A mí me resulta absolutamente increíble que mientras yo estoy señalando con mi dedo a la luna, todos estos profundísimos intelectuales que tan agudos son viendo el resto de los problemas que nos agobian sólo vean mi dedo y no lo que señalo. Coño. Que yo no digo quién debe de ganar la Liga, ni quién juega mejor, ni a quién deben o no fichar, lo que digo, coño, otra vez, es que se están consumiendo ingentes cantidades de energía social y política, aparte de los recursos económicos, en embrutecernos a todos, y ésos que se consideran intelectuales de izquierdas están traicionando su misión no ayudándome a masacrar a los culpables de ello, que qué casualidad son los mismos que, cuando hizo falta, financiaron al invicto caudillo para que arribara a España a lomos del Dragón Rapide para conquistarnos, avasallarnos y masacrarnos ni más ni menos que durante 40 años y que siguen ahí, vigilantes, para que no nos despistemos y dejemos de seguir a rajatabla sus evidentes trampantojos que se llaman, Franco Madrid o Farça visca Catalonia, Cristiano Ronaldo o Messi, Villa o Silva, et alteri, coño, coño, coño, gastando unos inmensos recursos económicos que debían emplearse en otros asuntos.

Hubo un tiempo en que, con esa ingenuidad que me caracteriza y con la que ya sé ciertamente que me moriré, pensé que lo que sucedía es que me estaban fallando mis facultades de expresión, que no conseguía comunicarme bien, pero ya sé ciertamente que no es eso, no, ni mucho menos, lo que ocurre es que al igual que ha sucedido con esa religión que nos imbuyeron a todos desde niños, en esa edad en la que lo que se nos inculca, si algo, una auténtica revelación individual no lo remedia, permanece en nuestro cerebro para siempre, lo mismo sucede con el maldito fútbol, del que yo fui un acérrimo seguidor que hizo locuras inconcebibles para ver jugar a Di Stefano, hasta que, un día, viendo un partido del Franco Madrid, muerto de frío, desde el 4º anfiteatro del entonces Chamartín, sucedió eso que me han achacado respecto a otros temas, me cai del caballo y comprendí que Franco, a través de Bernabeu, estaba jugando con mi cerebro para que no pensara en todo el hambre, todo el frío, toda la miseria aquella que me aprisionaba como miserable empleado de Telefónica, con 1.025 pesetas al mes, mientra él, Franco, y toda su camarilla de asesinos irredentos vivían con la fastuosidad de los mandatarios orientales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario